Willie Moreno

Mi amada

 

Una cayena en la oreja
adornaba su mirada,
jugueteando encantaba
a la dulce primavera.

Su voz se oía serena
como cantar de las hadas;
las abejas se acercaban
al saber su dulce néctar.

Bailaba entre girasoles
dando giros con su falda
desplegando pura magia
bajo el manto de arreboles.

Hablaba con mariposas
que se posaban en su hombro
trasmitiéndole jolgorio
y alegría de las diosas .

¡Qué halo de belleza pura
envuelve a aquella criatura!
Pensaba mientras veía
coronada su figura
de natural poesía.

Leyó el eco de mis labios
sonrosada y  complacida
atrayéndome a sus manos
portadoras de la vida.

Mortal, acá todo es tuyo,
todo cuanto ven tus ojos...
Las flores y sus capullos 
y hasta los frutos jugosos.

Soy tu madre, hija y amiga.
Habito tu ser interno;
soy a la vez lo más tierno
que en tu corazón anida.

Me postré ante su belleza,
ante su figura pura
y sin igual realeza 
venida de las alturas.

Dichosa se siente mi alma
asesina de tristezas,
has erguido mi cabeza
devolviéndome la calma.

Es nuestra misión amado
despertar a aquellas almas
de sueños equivocados,
y de cuantas glorias vanas
como letras en el vaho .

 

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