Nacho Rey

LIUSIVAYA

La rusa española se queda dormida,

personaje del aparato de la oscuridad

ante un pasado umbrío fuerte herida

se deja ver el enseñar su falsa realidad.

 

 Como hija de Lucifer impone su belleza

para hipnotizar su arma: el Verbo.

Bruja peligrosa, afirma más impureza

que la Verdad dicha: ¡no soy su siervo!.

 

 Se observa ese camino lleva la dirección

falsa compatriota, que a mí, como idiota,

caí. Por eso como diablo, su vista brota

 

 del averno, mejor huir con corazón veloz.

Pues si verla es pecado, apago yo mi voz

antes de que su armonía tenga ejecución.

 

                                                    NACHO REY