Antonio Martín

Los secretos de la luna


Un lugar que rondaba en mi cabeza, 
soñando llegué a la luna divina, 
la romántica luna que fascina, 
de mil maneras nombran su belleza. 


Que desilusión, dicho con franqueza, 
aquí los versos, ninguno combina, 
la sublime y hermosa que ilumina, 
paisaje gris y bandera y tristeza. 


Regresando de un sueño imaginado, 
observar la luna es lo que deseo
y de su luz quedarme enamorado. 


Es un privilegio que bien poseo,

derrochar versos de un mundo calmado
y con la luna llena fantaseo.