Y aunque me muera de frio aquí, quisiera pedirte qué me des antes de irte una de esas dulces miradas qué ahora tanto me dan igual, de esas miradas cristalinas que en su momento no tenían ni una gota de claridad de lo que querían ni mucho menos empatia, el embeleso por tus recuerdos ya no guardaré más , no voy a ningún lado contigo, ni esta vez ni ninguna otra y me importa un bledo si tu ego se lastima.
Havid Stiven