ALam

RENACE CADA MAÑANA.

 

 

Yo le tengo cariño a la anchura gris de la empedrada calle

cuando toca la noche su andada espalda.

También quiero al estuario que añora luz de luna

evocando el riego desde una grieta en sombra disecada.

 

Bosteza desmesuradamente una seca arbolada

y yo también le quiero, Cuánto le quiero!

 

Porque la luz del alba

 

cuando le da de lleno a las piedras grises

éstas se vuelven mar de corriente clara.

El estuario se expone de cara al viento 

recibiendo las luces como cascada.

 

Sépalos amarillos del palo verde

cuando aluza otra vez sus vencidas ramas

relucientes sonríen al nuevo día

mientras fresco rocío su rostro hidrata.

 

Yo, amorosa los riego pues sé que existe

para cada tristeza una rosa blanca,

para cada crepúsculo , nueva vida

y una vida renace cada mañana.