Felicio Flores

Hagamos una cosa...

Hagamos una cosa: yo fingiré mi muerte

cuando la extrañe a usted, de esa manera 

estaré sepultado por algunos días.

Los gusanos de la soledad se comerán 

la melancolía hasta el día de mi resurrección.

 

Usted puede despertarme con un beso o dos 

o si prefiere me habla bajito al oído del corazón.

Yo le recomiendo el primer método porque 

lo considero más efectivo para dicha situación

pero usted decide.

 

Mire, hagamos lo siguiente: cuando llegue 

diríjase a mi habitación y despiérteme, hágalo 

como quiera pero hágalo.

Yo morí momentáneamente por usted 

pero si no regresa moriré de veras.

 

No me deje morir sin verla nuevamente o quedaré 

atrapado en una pesadilla en la cual usted se va 

y no regresa, eso me preocupa más que la muerte.

 

Felicio Flores