Perdidos en el horizonte
quedan aquellos recuerdos,
de amores añejos
como arbustos secos de un monte.
Mas ahora soy feliz,
Llevo una vida solitaria
y me siento inspirada
por esta noche gris.
Vivo libre y relajada,
no tengo horarios ni tiempos,
mi pluma se mueve al viento,
Ella me aclama y yo asiento.
Ya no vivo de recuerdos
Los dejé en el pasado,
son tan sólo recuerdos vagos,
ya no tengo por ellos desvelo.
Me acompañan la luna,
la noche y las estrellas,
los jazmines y rosas bellas,
que son flores hermosas y puras.
Soy un alma libre,
sincera y traviesa,
que no busca certezas,
que deja a las añoranzas irse.
Así soy, no tengo dueño,
tengo sueños por cumplir
y versos que escribir
en horas de ensueño.