Bryan Melendez Vega

Cortometraje

Cortometraje

 

Mansas velas llenaron de sombras la sala,

la que en su día fuera nuestra cueva de Platón

De ética ninguno de los dos esa noche pensaba

De estética solo aquel vil cortometraje habló

 

Testigo fue el senil vino (quizás también, Dios)

y las cuatro paredes, pantallas de un frenesí,

el que dudo repita otra noche con vos

Una sola me basto para imaginar mil así.