Fabio Robles

¡ Qué horror !

 

La ráfaga repentina destruye muchas estancias,

es una llama asesina, se activan las ambulancias.

 

Gritos, destrucción, dolor, una perversa locura,

las ambiciones ¡Qué horror! El hombre se desfigura,

su odio, destruye al amor, se muestra su fase oscura,

convertida en el terror, causante de desventura.

 

El humano solicita que exista paz solidaria,

un afán que necesita, de una acción humanitaria.

 

La esperanza cristalina debe vencer arrogancias,

se suplica al Creador, termine tanta amargura

que llegue paz infinita, ¡No a la guerra sanguinaria!