Susana Matalobos

Alejandro

Fuiste árbol verde y fuerte

Arraigado a esta ciudad y al trabajo

Enraizado en tu deber ser

Tu tronco de muy buena madera

Daba seguridad y solidez

Tus ramas , como brazos 

Ayudabas a quien necesitaba

Esa era tu alegría

Tus hojas, inquietas...verdes

Saludaban y reían

Así eras entre el cielo y la tierra

Y llego el día que se necesito tu madera

Y soltaste tus semillas

Te despojastes de tu carga

Se te dieron alas y volaste al alba

Al fin tus ojos lo están viendo!

Si, a aquel que tanto te ama

Y acá, el viento me trae tu risa

Y el cielo la calma.