HENRY RUIZ

GRITOS DE LA NOCHE

 

Era tan curioso como de feliz iba por la calle, como si algo muy bueno la vida fuese a darle, a escasas horas del anochecer y rumbo a casa, notó enseguida que un auto en alta velocidad a el se acercaba, malaya noche cruel que a su vida estropeara.

 

Con horror, el chofer y su acompañante dejaron al cuerpo tendido en el pavimento, él cuerpo casi sin alma, con poca fuerza pedía con dolor auxilió.

 

Fue tan curioso como la luna iluminaba su figura, como si se tratara de una luz que poco a poco sus ojos veían de lejos el brillo, tornándose así, una oscuridad profunda.

 

Extraño sentir pues sintió un frío devastador mientras notaba tinieblas y desolación en esa noche despiadada y negra, sentía su piel congelarse hasta en los huesos, escuchaba voces susurrando en sus oídos, cuando de momento el silencio se hizo presente, entrando así, en lugar totalmente vació.

 

Sintió adentrarse nuevamente al lugar de lo acontecido, pero todo era distinto, era tormentoso, ahora escuchaba gritos, muchos gritos desesperantes, gritos de angustias, gritos de la noche que se hacían notables mientras que lentamente se desplazaba hacia un cuerpo que veía en el pavimento; su asombro fue impactante, pues los gritos venían de esa persona tirada, gritos que venían de él, al verse allí tendido.

Henry Ruiz

04 DE ABRIL 2022

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