yunque

CONFUNDIERON A LA ROSA

Hay una convulsa herida

que sangra rabiosa la tierra,

herencias de tallo firme

se retuercen en ellas,

por una sabia cobarde

desertora de creencias.

Oléis a rancio y a breve

a cloacas y a miserias,

ni ojos para escupirles

os quedaron de vergüenza,

ni respeto ante las sangres

ni ante la lucha de Walesa.

Timadores de ideales

con vuestras estampitas de izquierdas,

violáis la palabra que cubre 

la tumba firme de Iglesias,

traéis una rosa de mugre

en vuestras manos derechas,

y una lengua que se os pudre

al nombraros de izquierdas.

Muere, muere, algo muere 

con vuestra estocada siniestra,

si alguna vez sintió el pobre

su grito en vuestras venas,

y sintió el orgullo cubrirle

de cojones en las huelgas,

eunucos les dejasteis

con la guadaña traicionera.

Lleváis plantados cipreses

en vuestra memoria ciega

y un campo de muertes

el puñal os siembra.

Sois de la mierda la estirpe

que no abona ninguna tierra,

en vuestra alma no existe

ni un gramo de alma si quiera,

porque ya la vendisteis

porque ya nada os queda.

No, no lo conseguireís 

mi corazón seguirá en la izquierda,

y mi rosa que pisasteis,

socialista hasta que muera