jureme
con lánguida mirada
Atrás se va quedó, el amanecer
raudo se ha ido, desplazando el día
Las horas el reloj, no puede retener
y pronto pierde, la fuerza que traía
El sol se eleva, y la mañana avanza
y al llegar, a su cenit, máxima altura
por un momento, quizá descansa
y al avanzar, atrás, mira con ternura
Luego empieza, sin más su declinar
y su luz, lentamente, va debilitando
Y algo gris, se empieza el día tornar
y a medida, que la tarde va llegando
El frió de la noche, más fuerza toma
y aunque, a la esperanza, él se aferre
Entre sombras, la noche luego asoma
y con lánguida mirada, el día muere.