Gilberto P. Plascencia
Plan de escape al tiempo y la distancia.
Me despido de ti, lloro, y luego hago un plan que me permita escapar del tiempo y la distancia.
Le rogaré al reloj que no camine, y al tren para que no te lleve,
robaré la luna para que no anochezca y no haya noche en la que tu casa te reclame.
Me haré pequeño, seré un exiliado en tus hombros y ahí te veré, te escucharé, seré tuyo.
miraré día y noche tu cuello que será mi torre, y tus ojos, mi perdición.
Me haré gigante y me haré inconsciente, inconsciente de la distancia que no existirá más
sino en fábulas. Daré dos pasos y llegaré contigo, te cargaré y serás mi tripulante,
diario, sin pausas... Mi vida.
Ahora que si preguntas qué elijo yo,
optaría por ser el humano de tamaño normal
susceptible a la crueldad del tiempo, y al sinsabor del \"Hasta pronto\".
¡Lo sé!, suena fatídico; sin embargo, de cualquier otro modo me despediría de tus labios,
que me hacen ser pequeño, gigante y humano.