Mentes muy contaminadas,
muchos asesinos despiadados,
de seres humanos hoy maniatados.
Guarida de míseros buitres y arpías,
con un arsenal de metrallas y tanquetas,
soldados como fieles marionetas,
privando a un pueblo de su soberanía.
Maldita invasión sin ningún sentido,
desatada por la ira de un loco opresor,
atacando con saña a un enemigo menor,
que en desventaja se siente afligido.
Un dictador que aniquila la esperanza
de personas indefensas y sin recursos,
ante la mirada de terceros con discursos,
que en nada ayudan a inclinar la balanza.
Ojalá Rusia, cesara ese ataque certero,
o se convierta en un búmeran de retorno,
para romper esa cadena de trastorno,
en que tiene metida a Ucrania, entero.
Vamos entre todos a fraguar un motín,
en contra de la tiranía de Vladimir Putin,
para a esa guerra cruel lograr ponerle fin.
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Omaris Redman (Marzo 20, 2022)