Amalia Lateano

Equinoccio de Otoño (octava italiana u octava )

Caída estoy en tierra erosionada.   

Caída mi alma triste desespera.   

Se susurra en silencio de la espera   

un hálito muy fresco de candor.  

Guarda el templo cenizas de los cuerpos.  

Callados son los rezos que atesoran...  

Callados los lamentos que te lloran  

recordando las horas de esplendor.

 

  Porque solo me quedan los recuerdos    

de momentos felices, que guardamos   

en cajas de cristal que atesoramos   

en el perfume puro... Aquella flor.   

Con esos días grises, el otoño 

llega para quedarse en estos huesos.   

En esta casa, rota sin tus besos  

prendida del hogar sin tu calor. -