Ahora vuelvo te dije aquel día
cuando los años me eran favorables
tildando a todo el mundo de culpables
y yo creyendo ir por la recta vía.
Solté tu diestra y me ató la agonía
en un valle de vicios incontables,
yendo a tientas con pasos inestables
provoqué marejada en mi bahía.
Regreso hoy como aquél hijo perdido
después de revolcarse con rameras
y gastar los talentos sin sentido.
Regreso como el que no halló maneras
de salvarse a sí mismo: Ángel caído
sin espada, sin alas ni lumbreras.
W.M®