Sierdi

MI PRIMERA VEZ…

 

Cuando me saludaba, alegre el sol, en mi niñez,

Yo, ya había jugueteado, volteando la luna al revés.

No quiero entrar en furtivas pinceladas, ya vetadas,

Porque, a lo largo de mi precoz niñez, fueron negadas.

 

A mis cinco añitos, ya me impacientaba mi jubilación.

Y a los seis, alimentar a las palomas, era mi obligación.

Ya, a los siete años, era todo un tigre, cazaba sin temor.

Y en las mañanas, frente al espejo, me afeitaba, sin temblor.

 

Recuerdo, mi primera vez…

 

Pasando el túnel, estaba mi quimera.

Nunca pensé, que lo abrazaría de primera.

Y como un ángel, ella dijo mi nombre…

Me sentí, importante, todo un hombre.

 

…Pero, cuando dijo, que me subiera.

Se me bajaron hasta, las sombras.

Nunca olvidaré… esta historia.

 

Ella miraba mis piernitas de zancudo…

…Y me sonreía.

 

Se me acercó, y me dijo; “ya es hora del inicio”

Yo estaba sentado, temblando y amarrado,

Ya había llegado el momento tan deseado…

De un momento a otro, me estaba arrepintiendo,

No sé, por qué sería, ahora lo entiendo.

 

Me imaginé…

¿Cómo iba a llegar…? 

Si, con el revoloteo intenso, de un huracán…

O serenamente, como el planear de las aves.

 

El capitán con su fatua voz, dijo por el altavoz;

Damas y caballeros, bienvenido a la aerolínea Feliz.

Nos dirigimos a las islas de San Andes.

Les recuerdo, abrochar bien sus cinturones.

 

Desde ese día, puedo decir, con la frente bien en alto.

¡Que volé en un avión, de verdad!

¡Y conocí el mar…!