Le doy gracias al Señor
por regalarme la vida,
en ella te he conocido
para dar luz a mis días.
Por poner en su jardín
la más bella de las flores,
porque una suerte sinfín,
me llevara a tus olores.
Disfruto de su presencia
entregándola mi amor,
ella me da su alegría,
su fuerza y su resplandor.
Una eterna Primavera
la rodea de frescor,
parece no marchitarse
para darme su candor.
La acompaño en su destino
ese halo de dulzura,
voy siguiendo su camino
disfrutando esta aventura.
Classman