Dr. Giraud Javier.-

Adiccion.

Como dos desconocidos que se encuentran en un bar,

cruzando miradas,

una atonita palabra carente total de sentido alguno

sirvió para que entre tus labios, se escapara la gloria de tu sonrisa.

No me conocías, no te conocía... eramos dos extraños

pero algo dentro de nosotros ardía al mirarnos.

Te me apresuraste al comenzar a charlar

fue tal mi asombro que hasta el dia de hoy,

no puedo concebir que sigas haciéndolo.

Mis verbos se mezclaron con tus adjetivos

dejando de ser pura imaginación de mi falacia,

llegando a ser la realidad ante mis ojos,

que maravillados con la armonía de tu complejidad

se negaron a observar otras pinturas ni otros lienzos.

Elijo culpar al alcohol en mis venas

pues no quiero aceptar lo que provocaste en mi,

pero años han pasado, y no existe ebriedad que justifique

mi adicción a tu sonrisa, a tus palabras, a tu complejidad... a vos.-