alicia perez hernandez

MUDANZAS...

MUDANZAS...

Apagué la luz de mi alma y del rincón del balcón para no recordarte

y poder dejarte ir por las escaleras del patio, que conducen a la calle... 

Fue allí; donde el beso de tu boca marco este amor sosegado que guardo para ti,

y en cada lugar de la casa te recuerdo y se remueve todo el sentimiento que se

asoma por la ventana, cada vez que te quiero olvidar...

He cerrado los cajones de la cómoda donde alguna vez guardé tus abrazos apretados,

que eran como tierra firme y dio vida a mi vida ya marchita, por los años gastados,

y tú mirada cual lobo rabioso, me enamoró y me desgarró la ropa para llevarme 

a tu guarida de amor, y me desnudaste el alma, la piel y la vida. 

Tengo encuentros nocturnos pecaminosos cada vez que entro a la recamara donde se

juntó tú piel con la mía, y hubo aullidos y espasmos silenciosos con sudor y lágrimas

de alegría, hubo pasión y fuego enterrando tus colmillos en mi carne, abierta de deseos

de poseerte bajo los astros brillantes del cielo, que despertaron mis pasiones dormidas.

No subo más al ático, donde encuadernamos nuestra historia de amor, con besos fogosos

y ardientes, y la pluma y el tintero de tu alma en comunión con mi alma se tenían.

He dejado de ver el álbum de fotos, porque allí están todos los recuerdos de nuestros

encuentros desnudos, y aun se me eriza la piel, de verte encima de mi cuerpo

apretándome en tu pecho de hombre fuerte y audaz, gentil, dócil y romántico,

soñador, albarazado los deseos de quedarte en mi vida, para siempre.

Empacó lo necesario, todo lo demás está de más, porque son recuerdos que me queman

el alma y la vida se me escapa, y te pienso entrando por esa puerta, que cerraré tras de mí.

Ya nada quedará de ti, ni de mí, en está casa que alguna vez se incendio con nuestros 

besos de fuego, amor y pasión, ardiendo las venas al rojo vivo, calcinándonos.

Te vivo en el sillón marrón, que me llevo a la otra casa, y lo pondré en la sala de estar,

... Sólo para verte llegar y quedarte a vivir en mi alma, mi espíritu y mi vida para siempre.

... Hago mudanzas de mi corazón al tuyo, para qué nunca te deje ir, aunque lo quiera yo.

Si tú no vuelves... en tu conciencia quedará!!

¡¡ME FALTA VIDA PARA AMARTE Y TIEMPO PARA OLVIDARTE!!

Alicia Pérez Hernández...México

No es la pluma la que escribe, es el alma

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