Recuerdo que nos enseñó miss Rima
una maestra fina, ¡esbelta como ninguna!
la tuvimos en la más alta estima
y vimos su rostro, al mirar la luna.
Recuerdo a mis amigos y a mi amiga
fue una etapa con muy buena fortuna
porque aunque mi madre me mandaba a la cocina
solo con ellos saciaba mi hambruna.
Conocí ahí a mi compadre Soneto
¡Hno de otra madre!... y el mismo papá
nunca lo notifiqué a mi mamá
pero tuvimos el mismo amuleto
Me exigía que le de mi respeto
pero como ven, soy así y ya está
haciendo verso como viene y va
más él era de abolengo y discreto.
Teníamos ciega complicidad,
amigos con los mismos intereses
como nuestra anecdótica orfandad
Su presencia hacía que te atrevieses
a buscar, lo que llaman amistad
¡Escribiendo de lo mismo... por meses!
También conocí a Cuartetos
los cómicos del salón
eran todo corazón
pero demasiado escuetos
Buenos para responder
y para hacer algún chiste
pero como quien embiste
atrás siempre de mujer
Me enamoré de Espinela
damisela alegre, atrevida
de silueta muy erguida
¡la diva de toda escuela!
Ella me dejó secuela
porque pensé como fraile
ella un listo ciquibaile
me robo todo mi tiempo,
fui su enano pasatiempo
y no!, no acompañó al baile.
¿Recuerdo otro amigo abordo?
¡Por gordo¡
¿Él olía a un zapato?
¡Por chato!
¿Era hábil y muy pendejo?
¡Por viejo!
Mi compañero Ovillejo
donde estaba había acción;
cayó mal por preguntón,
por gordo, por chato y viejo.
Chica de coleta
se llamó Sextilla
era tan chismosa
encima golosa
chiquita e inquieta
toda una brujilla.
Hacía rabieta
sentada en su silla,
pero minuciosa
amó su carpeta.
El rapero fue Trioleto
muy alto y con un buen floro
Con cadena y piercing de oro
y platino de amuleto
Improvisando boceto
siempre roncaba sonoro
El rapero fue Trioleto
muy alto y con un buen floro
Con grabadora e inquieto
él afinaba su coro
repasando como loro
fue un auténtico sujeto
El rapero fue Trioleto
También llegó Silva, nueva estudiante,
una chica con suerte
soñaba ser cantante
practicando los agudos muy fuerte.
Diría que era linda e indecisa
como ave en otros cielos;
me daba entre semana una sonrisa
y algunos caramelos.
A veces...
al aula venía Jengibre,
era un gato para subir el techo,
un pajarito
nadaba en su pecho
y yo lo acogía,
si estaba libre.
Debo agradecer a nuestra mentora
que fue estimada por toda la clase
ella cimentó, enseñó cada base
para lo poco que somos ahora.
Recordaré siempre a mi profesora,
Pues si vida cual lata me botase
amable, recogería mi envase
con sonrisa sincera y sin demora.
No olvidaré lo que Miss enseñó
porque cada uno, su futuro se labra
y en eso, ella siempre insistió
para que oportunidad se nos abra
con frases rimadas se nos instó:
\"a hacer valer nuestra última palabra\"
...s. ....l