R. Gruger

Niña del desierto

En tu rostro curtido

por el sol del desierto

puedo ver tu tristeza.

Cuánto sufres por una culpa

que no es tu culpa

Oh pequeña...

 

Porqué te roban tu sonrisa?

y te impiden ser la florecilla del rosal?

la mariposa en libre vuelo?

o la avecilla que feliz entona su canción?

 

Tu cuerpecito frágil es

la viva imagen del dolor,

niña del desierto...

Tu no sabes nada de torres que calleron

ni de Ramadán...

Sólo sabes de tu hambre ancestral

y del polvo del desierto...

 

Lloro cuando escucho tu llanto,

y me embarga la rabia

y el dolor de verte así...

 

Niña, yo quisiera decirte de otro niño

quien una vez vino

para que el hombre pueda de verdad vivir...

Y con los pobres caminó,

y amó los niños hasta el fin.

Más, fue clavado en una cruz,

y así murió muy solo...

 

Desde los cielos El te ve

y ha prometido enjugar

con amor tus lágrimas. 

Nuevamente el sol brillará

y nueva aurora despuntará;

Y disfrutarás del regalo

de ser niña de verdad...

Dulce niña del desierto.

 

R. Gruger / 1-12-2001