Me sumergí en un mar infinito,
en un mar de llanto, y con su manto,
supe que amar, duele.
He preferido llorar,
antes que matar.
He preferido, sentirme sin valor,
y tratarme con desdén, por el amor.
Me sumergí en las ganas
de recuperarla,
como si de alguna manera la hubiera perdido.
Pero, perdí las ganas de creer.
El amor nos vuelve vulnerables,
algunos, ya no quieren sentir,
y deciden que nadie se acercará de nuevo,
para que no le hieran el corazón.
Pero amar de cualquier manera me vulnera.
Basta con amar a una flor,
y saber que cuando se marchite
mi corazón sufrirá.
Me sumergí en el recuerdo,
llorando por ella,
como si, no hubiera mañana,
como si el tiempo, no existiera.
Me sumergí en el dolor,
de saber que lo que siempre creí era mentira,
resulto ser una cruel verdad.
Ella me falló, un sin fin de veces.
Y me sigue fallando a veces.
Y a pesar de eso,
decido seguir creyendo, que me ama,
tanto como yo a ella.
Y aun si ella me lo dijera
tal vez ni le duela que no le crea.
Si me vio sumergido en el dolor,
que ella misma me causó.
Y siguió... navegando en el rio
y navegando en el mar.
Mas yo solo quería,
que ella me demostrara su amar.
Y aun si ella me lo dijera,
tal vez ni le duela, que no le crea.
pero siempre le preguntaré,
¿en que te fallé amor mío?
¿Y por qué, al quererlos a ellos tres,
me dejaste solo y sin tu querer?