En el cobijo de la noche,
Cuando nostalgia y melancolía
Arrebatan las ganas de dormir…
Suelo imaginar qué sería de mi,
Si no hubiésemos coincidido.
Pues bien hoy no puedo descansar,
Todo es debido a este sentimiento
De soledad, apego y ansiedad
Que a mi vida dio sentido.
Sin sufrimiento, vida no es vida,
Sin espinas, la rosa no es flor.
Sin vejez, la juventud no sería placer.
Sin calor, la brisa no sería alivio.
Sin tu sonrisa, vivir sería fastidio.
Entre tanto yo doy cuenta,
Que a tus brazos me he rendido.
Que a tus ojos doy mi alma,
Que al ver tus labios,
Dignos de encomio,
Yo delirio.
Tú,
Te encuentras…
Rozando lo irreal.
Piel acaramelada.
Proporción tan exacta.
Sonrisa con el hito de iluminar,
Inclusive hasta el noveno círculo.
Bueno no es anhelar lo ajeno,
Mucho menos lo prohibido.
Inclusive el viento está cohibido
Pero yo aquí, entre nimiedades
Imaginando tempestades.
Pese a todo, qué sería del cielo
De no existir el infierno,
Una promesa vacía,
Un retorno eterno.
Tiempos me aborrecen.
Taciturno, eras he esperado,
En ver esa chispa que domina,
Con su aroma y su brillar.
No ha existido nadie,
Que se pueda comparar.
No ha habido nadie,
Que me logre levantar.
Sólo tú me expulsas,
Del abatimiento.
A tus ojos yo soy nada,
A mis ojos lo eres todo,
Porque ahora la vida
Sentido ha cobrado…
Porque ahora mi vida
Eres tú…