Insomnioptera

Alba


 

Se termina un poema

y ya empieza tu hora.

Y parece no ser, ésta, mi voz,

la que te quiebra.

Apareces: Naces entre las sábanas sobre la alfombra.

Te me acercas diciendo

que hace calor entre el azul y el negro.

El humor inmediato a tu recuerdo.

Y éste parece

el silencio perfecto.

 

Estás, no sé si estás, si tú estuvieras

En mi frente tu beso, y en mis muslos

tus dedos.

 

Esta crueldad benévola de nuestras musas

de querer ser queridas

y de decir:

"te quiero".

 

Es hora de nacer entre el calor y la mentira,

de levantar tus ojos y tu cuerpo del suelo.

De maltratarme a besos y miradas. Arrástrame.

 

Haciendo a un lado el miedo y el sonido.

Haciendo a un lado el miedo y la distancia.

  

Quiéreme hasta que el alba

                 me vuelva a recordar que sólo te imagino.

         

Agosto 28, 2010

Gre