Antonio Miguel Reyes

La pena de un Payaso

 

La pena de un Payaso

 

Lloraba un titiritero lágrimas de puro acero

con tanta rabia decía que su vida no tenía

ni cariño ni dinero, un zagal que le miraba

pastoreando la lana, con la voz casi escondida

pregunta ¿Si es la bebida por la que pierde su gana?.

 

El payaso con su pena dijo; mi vida no es buena

¿te parece un acertijo? La culpa la tiene un hijo

que su dolor me condena, me dice que no me quiere

y que yo del nada espere, si me ve de mí se esconde

pide ser hijo de un conde y quiere que desespere.

 

El rapaz, parco en palabra agarró fuerte a una cabra

agitándole las ubres le dijo ¿A ver si descubres

mi pensamiento que labra? ¡estás sacando la leche!

jamás tu mente se estreche y sigue pensando cosas

nunca es camino de rosas, solo hecha mala leche.

 

Enséñale tú la puerta, que jamás se dé la vuelta

que salga cagando leches, que vea tu malaleche

rebusque donde se esconde ese tal maldito conde

volverás a sonreír, haciendo al mundo feliz.

El chavea consejo dio y con esto terminó

  ¡Si payaso! tú has ganado, da gracias al infeliz.