Gelzaros

DE MENTE...Y ...DE CUERPO

 

 

Cuando uno no sabe nada de nada

se suele imaginar que tiene mucho que aprender

y se aplica, con total esmero, en leer,

para ser persona bien informada,

 

pero, a aquel que tiene la mente sobrada

de una vasta sabiduría por doquier,

su saturado ser, le lleva a entrever

que se esfuman los sueños de su almohada

 

y que quizás no haya enigmas que descifrar,

ni leyes ocultas en el universo

que su futuro le fueran a alumbrar

 

para mostrarle un camino diverso,

a través del cual debiera transitar,

y es entonces cuando escribe este verso:

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«Esa sodomía, en sentido inverso,

que nos suele acaecer una vez al día,

no vayáis a pensar que es brujería,

ni alucinación de nuestro reverso;

 

tampoco se trata de un placer perverso

que, desde muy dentro, nos vejaría

al recorrer toda la tripería

para confluir en un recto, muy terso,

 

si no que, esa intensa sensación de evacuación,

nos estimula aquellos nervios internos

que se están asomando al redondo balcón,

 

y, finalmente, logra su total consumación

con aquellos roces de papel, tan tiernos,

que nos subliman la más íntima satisfacción».