Diego Nicolás García Contreras

Decesa

Día de visita, 

Entro hacia afuera, 

Hacía un lugar desconocido, 

¡Tan propio eso en mi mundo!

Inquietantes aventuras al doblar la cuadra...

Al pasar por cerros atónito...

Al hablar contigo a lo lejos...

De no saber cómo piensas y amas siendo tan complicado...

La luz nauseabunda da la apertura.

Y el baile comienzan, muchos insectos alados se balancean y sacuden, contienen venías y bailes, 

Los vehículos son ignorantes

Y en el pasto diamantes...

Que acaricio de reojo...

Con mi respiración y mi enojo...

Con mi aliento toda vida...

Se aleja...

Al pasar la jaula por detrás y ya no me quejo...he sido antes más pendejo...

Ahora más viejo, programado al caos de los infortunios, 

Veo cruces de cables, ambulantes llenos de miedo...

Cuartos imaginarios en donde antes pernoctaron ecosistemas...

Dónde se soñaron cuentos danzantes...

Dónde crearon la vida que despreciaste...

Ahora yacen tirados a la vera...

A un costado del parque...

Para que las pulgas salten...

Y es tan mío ese deleite...

De anunciar en toda fuente...

La muerte evidente que acecha...

Que te toma por sorpresa y no sopesa, el cambio de abrazos por quejas, la mirada maliciosa que nos aleja...al gritar los corazones se desprenden de su lema...

Ir en sintonía de la hierba...y adopta  ritmos de niebla espesa...

Que me quema de vacío.