alicia perez hernandez

¡¡CLARO QUE EXISTES!!

¡¡CLARO QUE EXISTES!!

¡Existes, claro qué existes!...

Sí! existes dentro de mí, en mi carne, en mis huesos y en mi alma,

te llevo tan dentro de mí que no me vivo, te vivo a ti tan mío, cómo la vida 

qué te trajo a mí en un tiempo en que la tristeza me habitaba y me sentía sola,

y mi alma lloraba noche y día en la soledad de mi agonía, del otoño de mi vida.

Y apareciste cómo un arcoíris inundándome de amor color del cielo y las estrellas bajaste

para  y desde ese día existes como el agua en el mar y en sol de día y las estrellas del cielo.

Eres ese pedazo de cielo que me sostiene todos los días y todas las noches de encuentros

nocturnos, donde mi piel se confunde con el color de tu piel y nos envuelve la pasión 

entre nubes de algodón y nos lleva de la tierra al cielo y nos hace ver a Dios,

y sentir la gloria en un canto místico y tu vida se junta con la mía en el universo,

y Dios bautiza esta unión angelical y sin profanar la palabra amor nos unió y nos guía 

a sentirnos en las nubes escapando del amor terrenal,  para ser más espirituales.

Llegaste y te quedaste tan dentro de mí y tu corazón late junto con el mío en cada palpitar

para abrazar la vida y la música que armoniza en la danza de dos cuerpos angelicales 

unidos para ser uno, en un baile erótico donde la piel y el sudor corre por por entre mis 

piernas y erotizados amalgamamos el momento de sentirnos y tenernos eternos porque

somos esa esencia qué comulga con la vida para dar más vida a la que nos nació y escogió 

desde adentro, y fue así que embarazamos el amor con la pasión de un beso de fuego.

Te tengo entre mis piernas que tiemblan de pasión y deseos por ser de ti y para ti,

desde  mis columnas de hierro que te contienen cómo el sonido de un estrepitoso trueno.

Existes, sí existes!! dentro de mí y me sustentas en tiempos de hambre y de frío,

y me siento en la gallardía de tu diestra de varón con deseos de poseerme con la mirada

arbitraria que te despertó pasión por   y mis deseos ajustados a tus deseos para ser uno,

eras forastero en tierra extraña y ahora me habitas desde el alma, espíritu y carne. 

Le he robado tiempo al tiempo, para poderte vivir en el ocaso de mi vida y ser de ti,

entre hojas ocre y tierra estéril y una piel ya sin lozanía, con los pechos levantados

como ofrenda a tus labios deseosos de sentirlos en tu boca y te engrandeces ante mí.

He salvado este tiempo que quiero recuperar para seguir sintiendo tus latidos

     dentro de mí como la misma vida que te ofrezco para toda la vida y sentirte, tenerte

y vivirte dentro de mi alma, espíritu y carne como un regalo del cielo. 

... ¡¡Porque existes! sí existe desde adentro de mí para vivirte toda la vida!!

¡¡ME FALTA VIDA PARA AMARTE Y TIEMPO PARA OLVIDARTE!!

Alicia Pérez Hernández... México 

No es la pluma la que escribe, es el alma

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