No te quiero para mí, te quiero.
Pero no como quiere esa gente
que aprisiona el amor en una jaula
y tira la llave en un pozo... o se la traga.
Te quiero y, a veces, cuando no estás,
me inunda la soledad,
y me recuerda lo libre que eres
y lo solo que estoy, en verdad.
Puedes lanzar tu amor al mundo:
en la hierba, en el mar,
en el fuego, en el viento;
échalo a rodar sin temor,
y que vaya sin rumbo cierto,
libre como ha de ser el amor.
—Felicio Flores.