No te quiero para mí, te quiero.
Pero no como quiere esa gente
que aprisiona el amor en una jaula
y tira la llave en un pozo, o se la traga,
o lo seca como pasa de uva
hasta quedar sin nada.
Te quiero y, a veces, cuando no estás,
me inunda la soledad
y me recuerda lo libre que eres
y lo solo que estoy en verdad.
Puedes lanzar tu amor al mundo:
lánzalo en la tierra, en el mar,
hacia el cielo, en el viento, en el fuego;
échalo a rodar sin temor
y que vaya sin rumbo cierto,
libre como ha de ser el amor.
—Felicio Flores.