Leandro Rodríguez Linárez

INTITULADO CDLXXXIX

El viento suena como sí tuviera

venas de alambre

¿Cuántas veces habrá pasado el mismo viento?

Se encorvan los postes vigilando

su luz no los abandone y las calles

claman un abrazo de lluvia.

Adentro es igual,

chapuceo sobre palabras extintas,

la luz de mi lámpara ha quedado ciega

y sobre mi mesa un papel agujereado por esta rabia dulce.

Hoy a nadie le escribo

¡A nadie!

Hay tanta niebla en esta habitación

que no sé quién sujeta mi mano.

 

LRL

4-2-2022