Mareth

¡Amor!

Algo condenadamente hermoso,

pero también condenadamente doloroso,

algo tan efímero,

o algo tan duradero,

es el amor, 

la pasión y el ardor,

van de las manos en este sentimiento, 

algo grandioso es lo que siento. 

Siento la libertad, 

por librarme de la maldad, 

que me atormentaba 

y me atosigaba.