Ben-.

Al final del día-.

Llegar como sea al final del día.

Donde se agrupan los constantes

vehículos, y el brillo de los ataúdes

es más liviano. Entrar sin entrar

en casa, y ordenar las habitaciones,

aulas donde se condensa la vida.

Pero llegar, como sea, al final de la

jornada. Levantar la polvareda

autóctona, de dormitorios, profecías,

viejas anarquías pedestres.

Y gastar la saliva pegando sellos-.

 

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