Yamila Valenzuela

Cariño (dulzuras)

 

 

 

La luna estaba cansada

no había dormido en muchos días

bostezaba y bostezaba

anhelando la luz del día.

 

El sol estaba nostálgico

pues la luna se dormía

bajo estrellas primorosas

que le daban alegría.

 

Se fue alejando la noche

entre cantos de turpiales

que despertaban a mi niño

con sonrisa de manantiales,

 

de colores de arcoíris

llenos de mucho cariño

del corazón de mamá

que siempre le hace guiños.

 

Mi niño ya está despierto

jugando en un castillo

donde todo mi amor vierto

y también le corrijo.

 

Juega mi niño y canta

con el sol y entre mis brazos

los que siempre son su manta

al igual que mi regazo.

 

Yamila.