INÉS DE CERVANTES

CORAZONES A DESTIEMPO

Si algo he aprendido de este tiempo y de extrañarte con locura,

es que ya no he de pedirte nada…

No te pido que cambies ni que te moldees a mi forma

¡Te quiero así!

Cruel, indecente, crítico, insultante.

Quiero escuchar una y mil veces lo que intuyes de mi alma

cuando señalas mi ignorancia, mi insignificancia y torpeza.

Amo todos tus personajes ¡Cualquiera de ellos!

Adoro tus muros e inquebrantables resistencias.

 

Ya  no temo temblar entre tus brazos ni bajo tu mirada penetrante.

Ya no temo sentirme indefensa ni  perderme en tus oscuridades.

Latígame el ego hasta el cansancio y cuanto quieras,

diézmame entera y hasta mis más arraigadas creencias

Poséeme en tu mente a todas horas y dímelo a tu antojo

Porque hay misterios tan profundos que ni Dios comprende

como el misterio de dos corazones que se aman a destiempo.