Amar, nos cambia la vida.
Me predispone a la lucha,
a lograr mis ideales,
los que a veces son inalcanzables.
No importa. Sigo, persevero,
continúo lograr lo que siempre
he soñado. El placer
de obtener en la vida,
todos nuestros sueños.
Sabiéndome amado por ti,
todo es aceptable en mi vida.
Hasta la derrota.
Lucho por lograr lo que
inalcanzable es.
Pero qué importa
si tengo tu amor.
El placer de amarte,
me da las fuerzas necesarias
para seguir adelante.
Tú eres la responsable
del reposo de mi alma
que muchas veces se ha sentido abatida.
Siento un gran pinchazo
en el corazón cuando no te tengo.
A veces soñamos con una realidad
que tal vez no existe.
Soñamos a veces con algo
que es solo eso, un sueño.
¡qué me cuesta soñar!...
Tratar de que permanezca en mí,
el ideal del amor.
El existente... el que a veces
solo un sueño es.
La maravilla de soñarte estando dormido.
El encanto de soñarte estando despierto.
La ficción a veces,
supera a la realidad.
Siento en mi corazón,
el placer de amarte,
de que permanezcas en mi alma,
de retenerte. No salgas de ella.
Permanece. Tan bien me haces...
tan feliz me siento.
Quédate en mí, permanece en mí.
Acaricio mi corazón,
y él goza porque estás dentro suyo.
Camino por las calles
de la esperanza, de los sueños.
Las calles de mi ciudad.
Mis pies apoyados sobre
esta bendita tierra,
la cual a veces hace que nuestros pasos
sean inseguros... pero debo seguir
caminando con fe y optimismo,
porque en mi corazón vives tú.
¿eres real, o eres solo
una sensación en mi corazón?
Vivo con la ilusión
de que mía eres.
Los latidos de m i corazón
me dicen que hay algo en él...
eres tú que lo habita.
Eres la que me hace tener
la esperanza de vivir...
de continuar... tropezar,
enderezar mi cuerpo.
Y seguir caminando,
con fe, con optimismo,
con ansias de lograr
lo que sé así no ha de ser...
Soñar y lograr... llegar,
alcanzar lo inalcanzable...
pero qué me importa...
tú estás viviendo en mi corazón,
y eso me basta para ser feliz,
aunque solo sea una sensación
el placer de amarte.
¿me comprendes, me entiendes?
tú estás en mí, sí, en mí estás,
el ritmo de vida que siento
en mi corazón, es porque tú
vives dentro de él...
Si esto es un sueño, bendito sea,
porque siento el placer de amarte,
tal vez sin piel, sin sexo,
pero ardo en deseos...
lo siento en mi sangre...
por el placer de amarte,
como solo yo puedo hacerlo.
Como tú me lo pidas.
Entrecerremos los dos nuestros ojos,
y entreguémonos al amor puro y sincero,
por el placer de amarte,
como solo yo puedo hacerlo.
Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 17/03/2013)