borealara

Aguas mansas

Las palomas y las gaviotas no revolotean en las aguas mansas, por qué de ellas no se alimentan, unas, buscan en las tormentas y el mar encrespado para obtener una buena presa, otras, a la espera de migajas. Así, hay por la vida mujeres que sueñan con el amor prohibido, y otras  tantas como la Sánchez que se lame su piel en sus noches oscuras, sueña por debajo de la almohada, porque engaña a su cordero con su mirada.  Lleva años tratando de meterse en promesas y se ha quedado atrapada en su poesía arriconada. Deberías dormir y no soñar en las aguas mansas, esas no son para las gaviotas.