Gustavo Affranchino

Dueña de mis versos

Te quiero como el viento.

Mis caricias de poesía,
todas tuyas,
yacen hoy cual estambres marchitos
secos sobre piedra.

Te pido madre Naturaleza
que los latidos que me quedan,
no sé cuántos,
sean percusión de agradecimiento
en el timbal donde sonaba antaño
el candombe de mis barrios niños.

Que toda su música
sea para darte gracias a vos,
a Dios,
a la vida,
por haberla conocido..

Y siempre que vos..
dueña de mis versos
así lo quieras,
seré el viento que te acompaña,
donde sea que estés.