Rafael Parra Barrios

Rafael Parra Betancourt

 

 

Semblanza de Rafael Parra Betancourt  (1931/1995)

Rafael Del Valle, Parra Betancourt, nació en Ciudad Bolivar,  estado Bolivar, un 13 de enero de 1931. Fueron sus padres Luis Rafael Parra y Antonia Dolores Betancourt, mientras que sus abuelos paternos, José María Betancourt Medrano y María Josefa Parra Quiñones; y abuelos maternos, Manuel Betancourt Medrano y Antonia Dolores de Betancourt, mientras que sus bisabuelos, José María Betancourt y Severa Medrano, y Bartolo Parra y Benita Quiñones.

Sus padres, Luis Rafael y Antonia Dolores se casaron en Ciudad Bolivar en 1926,  de cuya relación nacieron cinco hijos: Yolanda de las Mercedes, Ligia Mercedes, Rafael Del Valle,  Flor de María y Nora Esperanza.  A la tía Ligia la amó de manera sublime, la protegió y la ayudó como un verdadero padre, al punto de regalarle un camión  a su esposo, Máximo Salazar, y un carro a su sobrino, Luis Salazar Parra, que aún conserva, para el trabajo y el sustento familiar.

Su madre, Antonia Dolores, murió a los cuarenta años, quedando Rafael y Ligia, huérfanos de madre, ya que Yolanda, Flor y Nora, fallecieron a temprana edad. 

En 1958 Don Luis  Rafael se casó con Doña, Juana  Josefa Blanco, con quien tuvo cuatro hijos: Reinaldo Isidro, Nellys Amada, Rosa Yolanda y América Consuelo. Es de destacar que por parte de padre, tuvo otros hermanos, a saber: Librada Eloina Parra Guzman, la mayor, Ángel Anibal Parra Guzmán, Luis Narciso Parra Muñoz, Nancira Bautista Requena, Juana Bautista Requena 
y otro de Apellido Borges.

Rafael Del Valle, Parra Betancourt, se casó con Doña Mercedes Barrios Gerardino, el 31 de diciembre de 1951 en la población  de Arenas, distrito Montes, estado Sucre, teniendo un total de diez hijos: Antonia Dolores, Rafael Antonio, Rebeca Josefina, Nora Yolanda, Yonny Gregorio, Ysel María, Mercedes Elena, Andrés Rafael, María de los Reyes y Rodolfo José. Su esposa fue una   mujer abnegada, que se entregó por completo al cuidado y formación de sus hijos hasta el final de su  vida, el 23 de mayo de 2018.

Con sus cuñados cultivó grandes vinculos de hermandad. A muchos de ellos les abrió el camino para pasar de la sociedad rural a la sociedad urbana, caso del tio Juan Bautista, que se lo llevó a Caracas, desde donde emprendió una próspera carrera empresarial. Al tío Manuel José lo ingresó a Cartografia  Nacional, donde trabajó hasta que lo jubilaron. Los tíos  Eleazar y Jesús, vivieron un tiempo  en su casa, recibiendo su apoyo incondicional. Mencion especial con el tío  Andresito, con quien mantuvo una prolija relación, interrumpida por su inesperado fallecimiento, producto de un accidente  de tránsito, ocurrido entre Arenas y Cumanacoa, un 25 de diciembre de 1959. Al tio Rafael José-Popcho-  lo quiso como a un hijo, ya que era el menor. Con las tías Antonia  Rafaela y Angelica María,  sostuvo una fraterna amistad.
De esa forma  se convirtió en un hombre clave en la expansión familiar a lo largo y ancho del país. En el pueblo de Arenas era un personaje  muy querido, por su manera de ser, ocurrencias, destacado beisbolista y su pasión por la cría y peleas de gallos.

Fue un joven   soñador, que llegó de Bolivar a Sucre,  a mapear su propio destino. Con su recio carácter impuso orden y liderazgo para coadyuvar con los   planes de desarrollo de su país, desde la Dirección de Cartografia Nacional, División de Geodesia, Ministerio de Obras Pública, por lo cual tuvo la oportunidad de participar en el Proyecto de la Represa del Guri, el levantamiento cartográfico de la Isla de la Tortuga, en la elaboración de mapas de estados, territorios federales y municipios, y un sin fin de obras geodésicas. Durante más de 15 años fue Jefe de la Comisión Topográfica  y Cartográfica Número 7 del M.O.P. y se mantuvo por más de tres décadas en ese ministerio, contribuyendo con la soberanía nacional, porque haciendo un análisis retrospectivo del tema, la época de oro de Cartografía Nacional fue desde 1950 hasta 1990, lapso donde se dio la mayor producción de mapas en función de la defensa y seguridad del territorio nacional. En su trayectoria tuvo un reconocimiento permanente de sus jefes y compañeros de trabajo, por su rendimiento y eficiencia en las mediciones geodésicas, topográficas y cartográficas. El Ing. Badolato y sus compañeros, como Jacson, Figueredo, Concha, entre otros, hablaban maravillas del alcance de su vista y lo apodaban, Ojo de Águila.

En lo personal fue estricto, celoso, conversador, de humor fino, de innumerables anécdotas y muy familiar. 

Calificado como un guayanés integral, cuyo orgullo supo transmitir a su familia y amistades. Enseñó y fomentó el amor por Ciudad Bolivar, ciudad Guayana y Upata, donde vivió un tiempo. Cuando con su esposa e hijos, habitó en la capital del estado Bolivar, fue la oportunidad de conocer a su fa ilia y al estado, pues los fines de semana  los  llevaba de paseo a los paradisiacos parques, Cachamay y La Llovizna, donde admiraban la naturaleza y sus exóticas manifestaciones.
Enseñó a su familia a querer a su tierra natal. Le encantaba el Orinoco, la sapoara, la música, el cinetismo de Jesús Soto; el dulce de Merey, el masapan, el pastel de morrocoy, el béisbol, los gallos, la cacería y toda clase de frutas.

En Ciudad Bolivar habitaban, además, la tía Carmen Betancourt de Arevalo, Aurora de Flores, Graciela de Arevalo y los primos, Manuel, Minkis, Nohemí, Carmencita, Miguelangel, Eloina y Orlando, entre otros.

En Maturin fundó otra familia, con la Señora Rosario Hurtado, con quien tuvo tres hijas:  Ysel, Elena y Marisel. La señora Rosaria fue conocida por parte de la familia, inclusive por nuestra madre, y reflejó calidad humana y nobleza,  llevando por buenos caminos a sus hijas. 

Rafael Del Valle murió en la Ciudad de Cabudare, urbanuzacion La Hacienda, un 20 de octubre de 1995 y fue velado en Barquisimeto, donde recibió cristiana sepultura y tuvo el honor de ser despedido por el Ex Presidente, Luis Herrera Campins, familiares y amistades.

Hoy se conmemora un año más de su natalicio y su legado sigue vigente a través de su descendencia y logros. Que en paz descanse y desde el cielo nos bendiga siempre.