Carpinchan

Hijos de la magia

Nacimos del barro

Hijos de mil dioses

Adoptamos cien costumbres

Y soñamos con diez roces

 

Antes incluso

De blandir lanzas y espadas

Portamos amuletos

Hechizos y cábalas

 

En el bosque de noche

No hay viento ni hojas

Pero rondan espíritus

Y susurran las nornas

 

Toda ciencia humana

Es agüeros y huesos

Todo remedio es un encanto

Todo mal es un conjuro

 

Toda bestia es un demonio

Y el salvador es héroe

Ni siquiera los incrédulos

Escapan del Destino

 

Para mí es Dios y sus nombres un millón

Rueda, Wyrd, profeta o panteón

Las gentes de fe sabemos

Que hay más que carne, polvo y muertos

 

¿Quién puede negar

que seamos hijos de la magia

cuando aún aquellos sin dios

en las estrellas ponen labia?

 

Llámenlo cuentos, llámenlo historias

Estoy de acuerdo y creo en las Moiras