Gelzaros

¡CHATO, PREFIERO AL GATO!

 

Tú te ves entre los más apreciados

cuanto más grande e insensible seas

y cuanta mayor dureza poseas

en tus abrazos desapasionados.

 

Ves tus movimientos más deseados

según todos tus músculos cimbreas,

en tanto a la ternura zarandeas

con esos lametazos, tan forzados.

 

Pero que sepas que te has confundido

si has creído que eres mi poseedor.

De tus vibraciones ya me he aburrido

 

y de ese machismo tan dominador,

pues finalmente te he sustituido

por el suave gato y el succionador.