Emana una lágrima
entre triste y nostálgica
esparciendo los recuerdos
de ese amor longevo.
Intensa es la dulzura
que vive bajo la penumbra
de aquellos besos que fueron
su paz, su pasión y su tiempo;
y que aún bajo la lluvia se dieron
con amor sincero, enalteciendo
todo aquello que bruñeron
en el alma y el cuerpo,
en medio de melodías de amantes
y la complicidad de los cielos
quedando reminiscencias vivas
y perennes en su duelo.
Aún puede sentir el calor
de su cuerpo y aliento
bañándole el alma
en su dulce recuerdo.
Emana de ella una lágrima
pero con paz y sosiego.
Yamila.