Erik Daniel Paredes Morales

La generaciĆ³n de los cobardes.

Nos creemos muy valientes al cruzar la calle sin mirar, pero no queremos arriesgarnos con alguien a decirle que nos gusta. 

 

Preferimos pisar a fondo el acelerador de un auto, antes que buscar maneras para hacer revolucionar un corazón.

 

Somos de los que prefieren apostarlo todo ciegamente en una lotería, aún sin conocer el resultado, antes que decir a nuestra pareja que nos hace falta, que la extrañamos y que no hay problema tan grande que no tenga solución si estamos juntos. 

 

Somos de los que piensan que es mejor dejar en doble visto y decir la última palabra, antes que pedir perdón por nuestras faltas.

 

Somos de aquellos que por venganza y despecho prefieren jugar con los sentimientos de alguien más, antes que fortalecer los propios.

 

Tenemos miedo y esperamos que el amor surja, pero no hacemos nada para que funcione. 

 

Somos unos cobardes que nos fijamos en las apariencias antes que en una mente, aun sabiendo que hoy en día puedes comprar una silueta bonita, pero la inteligencia, no la podrás encontrar saliendo del quirófano de un hospital. 

 

Es momento de dejar de ser cobarde, y aprender a arriesgarnos un poco más, en aquellas cosas que en verdad valen la pena.