De esta boca
llena de pájaros
mojados, sucios,
entre latas de amianto,
donde destacan los soles antiguos,
donde se expanden los sonidos tribales,
donde se extienden alas terribles
donde arraigan arañas, insectos,
que mueven sus extremidades huesudas, tumefactas,
en que mis labios murmuran
tus labios y su alfabeto mágico.
Su luz de invernadero y su infancia
de lleno en la plenitud del día,
donde la soledad anida, donde la muerte,
anida, donde la palidez se enreda.
Moribundo de doble vida
torpes alas muertas y abatidas
sueños de somnolencias solamente
como en un hospital, como en clínicas,
donde se mueren las chicas recibidas por un beso.
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