Bendita sea la noche que a ti me lleva en sueños,
Bendecidos los besos que vencen la distancia,
Bendito el viento que arrastra tu prestancia
Y permite que en tu lecho de ti me haga dueño.
Bendita la palabra que dolorosa expresas
Cuando me sientes lejos y sin embargo trabas
Tus cuatro extremidades que tanto amor proclaman
Llevando mi alma en ancas y dulcemente presa.
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El cielo está triste
porque le robé una estrella,
Pues aunque tenga millones,
Ninguna es como ella.
Sus ojos titilan esperanza,
su rostro ilumina las galaxias,
El sol tiene la confianza
que si a él le falta la fuerza,
Ella ilumina la tierra.
Por las noches esa estrella
desde sus destellos lanza
la candidez de su amor,
Sabe que nada es mejor
que llenar de resplandor
la embelesada mirada
de aquel que tanto la ama.
El viento se mueve suave
acariciando mi alma,
se va volviendo canción
allá por la madrugada,
yo le abro mi ventana
y ella se va introduciendo
descansando entre mis sábanas.
Mis brazos le dan calor,
Mis manos calman sus ansias,
Mis labios besan su alma,
Y en la entrega nos firmamos
el trueque del corazón.
(VOZ DE TRUENO)