Edel Vicente González Pérez

En el lecho de la soledad. Soneto

 Pálido y febril en helado lecho

me ocurren horas de insomnio y dolor,

solo hay oídos sordos al clamor

mientras la zozobra yace en mi pecho.

 

Como aquel enjambre que por derecho

la colmena de origen abandona

a mis ideas su ponzoña encona

picando mi ego hasta verlo deshecho

 

Sediento de amor sueño con el día

que unte en ni herida esencia de ternura

expeliendo la soledad umbría

 

balsámico refugio de un abrazo

que a mi pobre alma le traiga la cura,

cobijado ufano en aquel regazo.