Almohade

MIS LETRAS NO SE MAL VENDEN

A la cima de mis letras llegaron,

llegaron dos hombres bien vestidos

pretendiendo coronar el final de mis

poemas.

Quisieron cambiarme pesetas por duros

vendiéndome  por una corona de espinas

de las que antiguo se usaban

prometian oros y moros

y yo terco y sabio

les ofrecí algunos palos.

Mis letras no se venden

les dije yo,bien huraño y relajado

porque lo que escribe mi pluma

con pasión sale del alma.

Y así,sorprendidos y cabizbajo

marcharon por donde llegaron

Ahora sigo yo en mis trece

y aunque mi bolsillo con mi corazón 

disienten

orgulloso me siento

por ser un poeta valiente.