Kapirutxo

SONIETO (Hijo de la hija de un soneto)

¿Cuándo su corazón podré alcanzar?
Cuando trescientos mil lobos marinos
interpreten sus cantos asesinos
y las focas no choquen al bailar.


Cuando los monos de Madagascar
la monten cortejando a los pingüinos
con ritmos africanos y latinos,
sabiendo que no hay nada que rascar.


Cuando camellos del mediterráneo
se alimenten de alubias, esas vascas,
mezcladas con fabada, sin peder,


angulas de verdad, no un sucedáneo,
pagando cuatro chavos en las tascas;
Entonces, solo entonces... a saber.