En la soledad de la noche solo llega a mí mete tu nombre.
Pienso en el amor que te tengo y no puedo decírselo a nadie.
En mi garganta brota un lamento que se vuelve llanto.
Solo los muros de mi cuarto son testigos de lo que siento.
A media noche recorro cada centímetro de mi casa, sin que nadie lo note.
Ya de mi mente la locura se apodera, porque no te tengo en mi lecho.
Grito tu nombre y me da pena que sepan que estoy sufriendo.
Mi alma sigue llena de ti y no hay razón que te aleje de mi corazón.
Sigo diciendo tu nombre, y lo vuelvo a repetir, buscando escuches y llegues aquí.
Sigo sin dormir, esperando la mañana para salir a buscarte,
Y gritar tu nombre y decirte que te amo hasta el fin.
G3